Qué es SCRUM y por qué debes usarlo en el desarrollo de Proyectos

SCRUM es una metodología ágil para desarrollar productos y servicios innovadores. Hoy en día, es una de las más populares en las empresas por su capacidad de promover importantes mejoras dentro del flujo del trabajo.

Abarcar un amplio campo de actuación, como el desarrollo de software, sitios webs, aplicaciones móviles... Del mismo modo, puede estar presente en empresas de cualquier tamaño, desde "start-ups" hasta grandes corporaciones, ya que permite el máximo aprovechamiento de los recursos con un mínimo de inversión, así como aplicar los principios de mejoramiento continuo.

Principales características de SCRUM 

La eficiencia es uno de sus puntos fuertes. Entre las principales características que podemos destacar de esta metodología es que hablamos de un sistema de trabajo en paralelo. A diferencia del esquema de cascada, en SCRUM todos los involucrados en el proyecto — diseño, programación, marketing, control de calidad, etc. — avanzan al mismo tiempo y están relacionados en la creación de un producto funcional al mismo tiempo. 

De esta forma, la comunicación entre ellos influye de manera positiva en la calidad de ese producto final. Un equipo unido también incide en la moral de sus miembros, todos dentro de un mismo nivel, sin jerarquía.

Otra característica de esta metodología son los ciclos cortos de entre dos y tres semanas para ir creando el proyecto. De esta forma, siempre obtenemos con cada ciclo un estado de producto funcional con mejoras constantes. De ahí a que SCRUM se enfoque a la entrega de resultados, a diferencia de otros métodos donde existen plazos interminables de entrega.

Los ciclos o “sprint” hacen que SCRUM pueda generar una solución funcional viva, capaz de adaptarse de forma rápida y eficiente a nuevos requerimientos por parte de los usuarios, las necesidades cambiantes, externas, del mercado o de nuestro propio producto. Desde ese primer “sprint”, siempre tendremos un producto disponible, lo que nos ayuda a minimizar el riesgo y solventar los errores. Además permite mantener diferentes ciclos para poder llegar a un producto final o mantenerlos constantemente sin un fin específico y manteniendo una esa mejora constante. 

Por último, otra de las grandes características de esta metodología es la importancia que cobra el equipo de desarrollo. Lo más importante es el talento de sus miembros y que su aprovechamiento sea al máximo.

Los roles de los integrantes son intercambiables. Si un miembro del equipo de programación quiere intervenir en el diseño del proyecto, puede hacerlo sin problemas. De esta forma, se aprovechan esas capacidades y talentos de las personas implicadas, mejorando su actitud ante el trabajo, porque son libres de trabajar en aquello que les motiva.