5 Consejos para motivarse a comienzos de año

A pesar de que comenzamos el año lleno de buenos propósitos, es muy probable que enfrentarnos de nuevo a la rutina laboral, haga que experimentemos esa temida “depresión” de nuestro estado de ánimo. Simplemente no tenemos la motivación suficiente para hacer las cosas que necesitamos hacer.

En este post os hablaré de la desmotivación y la motivación por conseguir los proyectos que tenemos en mente. También veremos una serie de herramientas básicas para salir de la depresión y volver al logro de tus objetivos.

¡Comencemos!

¿Qué es la motivación?

Cuando hablamos de “motivación” nos referimos al deseo que tenemos de realizar una tarea, esa sensación que nos impulsa a completarla antes de la fecha límite o hacer deporte tras la jornada de trabajo.

Existen varios tipos de motivaciones, que a grandes rasgos pueden agruparse en dos categorías: intrínseca y extrínseca. La primera de ella corresponde al propio impulso interno, a las motivaciones que proceden de tu interior. Mientras la segunda categoría habla de motivaciones procedentes de fuentes externas.

Por ejemplo, motivaciones intrínsecas podrían ser la competencia o actitud, como el aprender nuevas habilidades, mejorar las antiguas o el deseo de cambiar nuestro estilo de vida. En cuanto a la motivación extrínseca, podríamos mencionar la motivación basada en la recompensa, en el incentivo, la motivación basada en el logro o la motivación basada en el poder.

¿Por qué nos desmotivamos?

El comprender las razones de porque estamos desmotivados, nos va a ayudar a la hora de abordar el problema. Tres de los factores más influyentes en este estado de ánimo son el miedo, el agotamiento / fatiga y la falta de objetivos. De forma única o conjunta son capaces de socavar nuestra voluntad por alcanzar nuestras metas.

El miedo — por ejemplo al fracaso — es un factor que en muchas ocasiones puede motivarnos, aunque a veces haga lo contrario, como el miedo que sientes a esforzarte para no conseguir nada.

Por su parte el agotamiento puede dificultar la concentración en una tarea; un síntoma del agotamiento podría ser la pérdida de pasión y entrega por el trabajo. En este sentido, resulta difícil aprender nuevas habilidades laborales cuando no tienes la energía necesaria.

Por último, establecer las metas es fundamental para motivarse, aunque si no están bien diseñadas, pueden hacer más daños que beneficio en nuestro estado de ánimo. Si estás trabajando duro, sin conseguir los resultados esperados, es muy probable que pierdas el interés por seguir adelante.

Ahora sí, vamos con los 5 consejos para motivarse

Estos consejos pueden ayudarte a motivarte de nuevo para alcanzar tus metas, elige el que más creas que puede ayudarte.

1. ¿Metas a largo plazo? ¡Divídelas en otras más pequeñas!

Alcanzar la meta es motivo suficiente para motivarte aunque en casos de que tus proyectos sean a largo plazo, puede que durante el periodo intermedio sientas desmotivación y cansancio. De hecho, si sentimos que estamos trabajando mucho en un proyecto son acercarnos al objetivo planteado, lo normal es que nuestra motivación disminuya.

2. Pon por escrito tus metas

Aquellas personas que ponen por escrito sus metas son más propensas a realizarlas. El tener una representación visual de nuestras metas funciona a modo de recordatorio que nos aliente a continuar y no abandonar.

Recuerda, tal y como vimos en el consejo anterior, que cuanto más concisas y medibles sean, más alcanzables serán frente a aquellas demasiado generales. Puede ser tan simple como enumerar una lista de objetivos en una nota adhesiva que tengamos a la vista o una pizarra con un elaborado diagrama. El simple hecho de tenerlas presente e ir tachándolas hará que nos sentamos motivados.

3. Más rutina, menos distracciones

Las distracciones hacen que nuestra dinámica de trabajo no sea la más adecuada, por lo que establecer unas pautas en la rutina va a ayudarnos a volver a nuestro ritmo natural para lograr nuestros objetivos.

Esta rutina debe estar en consonancia con nuestro horario, ser un complemento. Y si la llevas a cabo en un lugar físico que se encuentre lejos del foco de distracción mejor. Lejos de las preocupaciones de nuestro día a día, conseguiremos acrecentar la motivación intrínseca que nos impulsa a realizar las tareas programadas.

Si a nuestra rutina sumamos la división del objetivo en pequeñas metas, tal y como vimos en el segundo consejo, mantendremos alta la motivación del logro, porque nos ayudará a ver cómo nos vamos acercando a un objetivo específico.

4. Date una recompensa por completar pequeños objetivos

La motivación basada en la recompensa y el incentivo es una técnica de entrenamiento que puede servirnos para alcanzar nuestras metas.

Piensa en cosas que te hacen ilusión y prométetelas si alcanzas una meta establecida. Por ejemplo relajarse viendo una película o saliendo a cenar, seguro que mejorará tu entusiasmo por seguir avanzando.

5. No compartas en las redes sociales tus metas

A pesar de que publicar en las redes sociales las metas que te has propuesto puede forzar tu responsabilidad sobre ellas, en muchos casos el efecto que consigues es el contrario. Al anunciar nuestros objetivos parecerá que ya los has conseguido, provocando una disminución de tu motivación por ellos.

Una buena técnica para fortalecer nuestra responsabilidad puede ser unirnos a un grupo de trabajo conformado por personas con proyectos afines. Con este respaldo conseguirás centrarte en completar el trabajo y fijar fechas límites.

Todos nos hemos sentido desmotivados en muchas ocasiones, les sucede a todas las personas, pero ten en cuenta que no dura siempre. Recuerda que existen muchas acciones para volver a lograr tus objetivos.